La avenida Regional es una de las más transitadas de Medellín, allí la velocidad promedio en hora pico es de 40 km/h, la mitad de lo permitido. FOTO RÓBINSON SÁENZ
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Los vehículos motorizados en la ciudad, desde hace ocho años a hoy, se vienen moviendo más lento. El crecimiento del parque automotor y el costo al usuario del servicio de transporte público son, para la Secretaría de Movilidad de Medellín, dos de las causas de la problemática.
El último reporte que se tiene sobre la velocidad promedio, soportado en un estudio de Planeación Nacional, da cuenta que en Medellín, en 2012, estaba en 22,6 km/h. Siete años antes, en 2005, era 34 km/h.
La Encuesta Origen Destino del Área Metropolitana de 2012, que es el estudio técnico más reciente que se tiene al respecto, reveló que la congestión vehicular aumentó el tiempo promedio de un viaje en Medellín a 34 minutos, un 30 % más que el que se registraba hace siete años, cuando el recorrido era de 25 minutos.
Esto es que, por ejemplo, para una persona ir de El Poblado al Centro puede tardar poco más de media hora en la ida, y el mismo tiempo en el regreso.
Sin embargo, el experto, consultor en temas de movilidad, Iván Sarmiento, considera que esos tiempos promedio han aumentado en Medellín y están hoy en una hora y 30 minutos ida y regreso. Aclara que no es tan alto si se tiene como referencia que en Bogotá, por ejemplo, es de 2 horas 30 minutos.
La idea es planificar viajes
Cada vía de una urbe tiene su propio promedio de velocidad, de acuerdo con sus características de infraestructura o si es arteria o no. En Medellín, las más congestionadas, según Sarmiento, son arterias como la Oriental o Ferrocarril donde la velocidad permitida por la autoridad de tránsito es de 60 km/h, “pero difícilmente, con los semáforos que se encuentran en ellas, se puede alcanzar, en hora pico, 25 km/h promedio”.
“La Regional en hora pico puede tener una velocidad de 40 km/h, aunque la permitida es 80 km/h”, añade. Volver a mejorar esos tiempos no es sencillo, pero lo importante es mantener unos tiempos competitivos en la ciudad. Lo que se considera normal es que el tiempo promedio de una persona en la ciudad no supere la hora y media en todos los desplazamientos que haga (90 minutos)”, explica.
El descontento de los ciudadanos lo evidencia la encuesta de Percepción del programa Medellín Cómo Vamos, que reporta que el 45 % de los consultados, en 2016, dice que le toma más tiempo recorrer el trayecto hacia su lugar de trabajo o estudio, que el año anterior. El 30 % afirma que tarda el mismo tiempo.
Qué hacer
El secretario de Movilidad de Medellín, Humberto Iglesias acepta que en la ciudad hay un aumento en los tiempos de recorrido en vehículos particulares y lo atribuye al crecimiento que ha tenido el parque automotor en los últimos 10 años.
“En 2004 teníamos 170.000 motos y 250.000 automóviles. A hoy son 750.000 motos y 550.000 automóviles”, enfatiza.
Iglesias revela que para agilizar el tráfico tiene un paquete de proyectos cruciales en la reorganización de la movilidad, tendientes en hacer más cómodo, seguro, económico y rápido el transporte público para que los ciudadanos lo usen con más frecuencia y dejen el carro en casa, lo que evitará más congestiones vehiculares.
“Está demostrado que el camino no es la infraestructura (construcción de vías) (...) la verdadera apuesta es a fortalecer el transporte público”, aclara.
Estos planes que anuncia Iglesias, son el monitoreo de buses, la construcción de paraderos inteligentes y la ampliación de cobertura de la tarjeta Cívica (ver detalles en los módulos inferiores).
Cristina Mejía Uribe, gerente de Casa Británica y representante del sector automotriz ante Fenalco, destaca la importancia de esa industria en cuanto a la generación de empleos y dice que adquirir un carro es un derecho de cualquier ciudadano.
“Le hemos dicho al Municipio que nos invite a discutir una solución multimodal (entre particular y transporte público), que incentive a la empresa privada a crear más parqueaderos, porque, al no tener los suficientes, la gente parquea en andenes. Que una persona que viva en una loma llegue en su carro hasta cierto punto, lo deje en el estacionamiento y tome una bicicleta”, señala.
Mejía pide a la Alcaldía no imponer medidas para que la gente deje de utilizar su vehículo particular. “Permitan que en Medellín los ciudadanos tomemos la decisión de cómo movilizarnos”.
Otras ciudades
A diferencia de la capital del país, donde según Sarmiento a un habitante un solo trayecto le toma, en promedio, 1 hora 15 minutos, en Cali, de acuerdo con un estudio del Centro Nacional de Consultoría y la firma Steer Davies Gleave, en 2015, a un ciudadano le toma 35 minutos llegar de un lugar a otro.
Sarmiento ha estudiado el tema de tránsito y transporte en diferentes ciudades del mundo, y sentencia que lo que sucede en Medellín no representa un colapso en la movilidad, pero, considera que si no se toman acciones inmediatas puede generar una problemática.
“En Nueva York (Estados Unidos) o Barcelona (España) las velocidades pueden ser de 20 o menos km/h. Los buses van a 10 km/h, pero la diferencia allí es que la gente puede programar sus viajes: sale a una hora y sabe a que hora llega a su destino. En Londres tampoco prometen velocidad, sino tiempos razonables de viaje. Eso hace que las personas se vuelvan más productivas”, anota.
“En Medellín se ha hecho más lento el tráfico en la medida que aumenta la congestión, porque hay más viajes motorizados y la gente utiliza más el vehículo privado. Además, este año hubo obras de infraestructura en vías importantes, como la Regional, en el Centro y en El Poblado”, dice.
EN DEFINITIVA
Los vehículos en Medellín se mueven a una velocidad entre 20 y 25 km/h, promedio. No es tan baja, según expertos, pero para que no se siga reduciendo se requieren medidas de fondo.
Gestión de buses: Secretaría de Movilidad vigilará con GPS
En el segundo semestre de 2018, el 100 % de la flota de buses urbanos de Medellín serán monitoreados desde la Secretaría de Movilidad. Así lo confirmó Humberto Iglesias, jefe de esa dependencia, al decir que cada uno de estos automotores tendrá un chip (GPS) que enviará información como velocidad y distancia recorrida, paradas que realiza, sobrecupo y si lleva puertas abiertas mientras circula. “Esto nos permitirá erradicar los excesos de velocidad, la guerra del centavo, el arrierismo, que muchas veces vemos que un bus se demora 20 minutos en un lugar, la gente con afán y él esperando a que le llegue el de atrás, para ahí arrancar a toda velocidad poniendo en riesgo a los pasajeros. Con este mecanismo garantizaremos la frecuencia de los buses, que vayan a una velocidad promedio”, apunta.
Actualmente en la ciudad se continúa con el plan de carril solo bus, que ya tienen 810 km por diferentes vías y que obliga a que estos vehículos transiten por un espacio exclusivo. Lo que sigue, dice el secretario Iglesias, es empezar a instalar el mencionado dispositivo de control.
350 de los 750 paraderos de buses serán inteligentes
Lo que persigue la Administración Municipal es que Medellín se convierta en modelo de transporte público organizado en Colombia y por eso comenzará a construir paraderos de buses inteligentes.
Estos, según el secretario de Movilidad, Humberto Iglesias, tendrán elementos de los ya existentes, pero en vez de tener excesiva publicidad llevarán pantallas en las que las personas que esperen el bus consulten las rutas que estacionan allí, los horarios de llegada y el tiempo que dura el desplazamiento hacia el destino.
“Actualmente existen alrededor de 750 paraderos, queremos que por lo menos 350 sean inteligentes, que no sean un templo de la publicidad, como son muchos, sino que cuando yo llegue allí pueda encontrar un mapa de las rutas que pasan por ese sector, otro que me diga hacia dónde me llevan y cuánto falta para que llegue el bus que requiero”, reveló el funcionario.
Iglesias confirmó que en junio del año entrante estarán construidos los primeros paraderos inteligentes, que también tendrán vigilancia monitoreada por parte de las autoridades de tránsito y la fuerza pública.
El 70% de los buses tendrán como medio de pago la cívica
El propósito de la Alcaldía de Medellín es que un ciudadano pueda ir de La Sierra o El Picacho, por ejemplo, al Centro o a Envigado con la tarjeta Cívica (sistema de pago por medio de recarga para el sistema metro -rutas integradas y trenes- ).
“Vamos a lograr que la persona que se sube al metro, a los cables, tranvía, metroplús también lo puede hacer al bus con la Cívica, es decir, con un mismo pasaje”, explica el secretario de Movilidad, Humberto Iglesias. Para esto, los recursos obtenidos por las recargas deben ser pagados por el Metro a las empresas de buses. La Alcaldía cree que esto hará más rentable el transporte público y, con ello, las empresas del sector podrán modernizar sus flotas y más personas dejarán el carro particular en casa, lo que reducirá los trancones y ayudará a mejorar el ambiente. Según Iglesias, en junio de 2019 el 70 % de la flota de buses de Medellín estará integrada con Tarjeta Cívica. “Es que es increíble que los conductores, personas que hoy están manejando la vida de 40 ciudadanos, reciban la plata, hagan cuentas, devuelvan y conduzcan”.
Artículo tomado de elcolombiano.com