Noticias falsas, rumores y desinformación, moneda corriente en el mundo digital colombiano
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BOGOTA (ANSA) - La campaña presidencial en Colombia no ha escapado a la difusión de noticias falsas, rumores y falacias a través de las redes sociales, que buscan afectar la imagen de los candidatos o impulsar sus aspiraciones.
El hecho más reciente de esa cadena de desafueros virales se registró esta semana con un mensaje en Twitter difundido por John Jairo Velázque Vásquez "Popeye", confeso sicario de Pablo Escobar, contra el candidato izquierdista, Gustavo Petro. "Malditos petristas. Denuncien mi twit. Los odio. si no me puedo expresar, mi fusil hablará por mí, cuando empiece el dolor y el llanto no lloren que no habrá compasión. Amo Colombia soy un guerrero Santo. Y peleo por la familia del No. Mi familia.... Dios cuanto los Odio", escribió.
El mensaje fue entendido como una amenaza y llevó a la Fiscalía a abrir una investigación contra el exsicario, un activo tuitero y youtuber, que suele hacer gala de sus crímenes del pasado en esas plataformas. La galería de mensajes, memes, cadenas de mentiras, fake news y difamaciones a través de chats y espacios de difusión de Internet ha tocado a todas las campañas.
Sobre Iván Duque, el candidato del derechista partido Centro Democrático y favorito en las encuestas, los mensajes mentirosos lo señalan de querer aumentar los años de jubilación o de imponer el cobro de peajes a las motocicletas.
A Petro, segundo en intención de voto de acuerdo a los sondeos, le endilgan propuestas impensables como que obligaría a quienes tengan casas de más de 65 metros cuadrados a compartirla con familias pobres o desarraigadas, de llegar a la Presidencia.
Patricia Muñoz, directora de la Especialización en Opinión Pública y Mercadeo Político de la Universidad Javeriana, explicó a ANSA que el mayor problema de esos mensajes mentirosos es la capacidad masificación que alcanzan, gracias a la viralidad informática. "Ese efecto masificador y de convencimiento que muchos ciudadanos tienen en la información que reciben de la redes sociales, por supuesto que puede tener un efecto importante al difundir hechos negativos", señaló la académica.
Explicó que el uso de "información negativa" es común en las campañas políticas y puede entenderse como parte del ejercicio democrático de informarle a los electores sobre promesas incumplidas o posiciones asumidas en el pasado por algún candidato. "Mientras los candidatos se manejen en el juego de la veracidad, del manejo de la información dentro de parámetros éticos, esa comunicación así sea negativa puede enriquecer el debate electoral", añadió Muñoz.
Una encuesta hecha a inicios de este mes por el Centro Nacional de Consultoría ubicó a las redes sociales y los medios digitales como la segunda fuente de consulta de los potenciales electores para las presidenciales, después de la televisión. Mientras la televisión era el medio más recurrente de consulta, según el 68% de las personas consultadas, las redes sociales eran las más vistas con el 57%, seguidas por los medios digitales con el 51%.
Para Muñoz, la preocupación de lo que está sucediendo con la divulgación de mentiras y engaños en plataformas digitales es que evidencian que un porcentaje alto de los ciudadanos se han alejado de la política, cansados de los incumplimientos, las mentiras y la corrupción. "El desarraigo, la falta de confianza y de credibilidad hace que los ciudadanos sean más sensibles a creer en la información que les llega a través de las redes sociales, en particular si proviene de amigos o de actores políticos en quienes creen o apoyan", añadió la experta.
Recordó que las campañas políticas están mediadas también por aspectos emocionales, de los que no escapan ni siquiera aquellos votantes informados, que tienden a ahondar sus averiguaciones sobre los candidatos con los que se siente identificados.
Artículo tomado de elintransigente.com