Jerónimo Castro, director la entidad que financia programas de posgrado, explicó el balance de la organización en sus primeros treinta años.
Durante 30 años, el propósito de Colfuturo ha sido el mismo: potenciar la educación de los profesionales en programas de posgrados, específicamente, en universidades internacionales.
Al cumplir su tercera década, un informe de impacto de la Universidad de los Andes y el Centro Nacional de Consultoría, reveló que la compañía ha mejorado la calidad de vida de las personas que la han elegido para financiar sus carreras profesionales. Las cifras demostraron que los ingresos anuales de los beneficiados por Colfuturo son 47,6% más altos que aquellas personas que no recibieron el crédito beca.
Su director, Jerónimo Castro, en entrevista con Portafolio, señala la importancia de este programa para crecer como país y para que los profesionales, de los que depende Colombia, sepan tomar decisiones.
¿Cuál es el balance de la organización en 30 años y cómo ha hecho posible que más personas se formen en el exterior?
Son 13.617 colombianos que han hecho maestrías y doctorados en estos 30 años gracias a Colfuturo y les hemos desembolsado 474 millones de dólares. Esto ha sido posible ya que las líneas de crédito permiten que las personas que van a estudiar no tengan obligación de pagar nada durante el tiempo que están estudiando. Cuando regresan al país pueden convertir hasta el 80% del crédito en una beca. Claramente, esto tiene unas condiciones como: graduarse, permanecer en Colombia durante 30 años. En este caso obtienen el 40% del monto que se desembolsó. Si se establecen en una ciudad distinta a Bogotá, pueden tener otro 20% más de beca. En caso de que se vinculen como servidores públicos, al sector educativo o si se hacen investigadores pueden tener otro 20% más.
Esta combinación de apoyos financiero les permite estudiar en el exterior. Esos 50.000 dólares son más que suficientes para hacer una maestría completa en Holanda, Alemania o Nueva Zelanda. Ese mecanismo hace que estas personas puedan adelantar estudios que, de otra manera, les sería más difícil.
¿Cómo estos créditos en posgrados, que impulsan más profesionales, impactan en la economía del país?
Voy a usar un ejemplo para explicarlo. Llevamos dos años con este virus. En tan solo uno se desarrollaron vacunas para esta enfermedad, ¿por qué se pudo hacer eso? Porque hay personas que se han formado para conseguirlo, que han hecho doctorados, maestrías, que trabajan en laboratorios. Llevando esto al contexto colombiano funciona exactamente igual. Las personas que están mejor formadas, toman mejores decisiones. Si no hay educación, estas decisiones estarán mediadas por el azar, por la ideología.
Aquí es donde entra a jugar Colfuturo. Esta organización ayuda a empujar, positivamente, a estas personas, que son muy buenos profesionales, a formarse en un alto nivel.
¿Qué beneficios recibe un profesional que se forma a través de Colfuturo que lo diferencie de alguno que lo haga de otra manera?
Uno podría pensar que las personas que Colfuturo apoya son tan brillantes que por ellas mismas podían estudiar en el exterior, pero esto no es así. El informe de impacto que realizó la Universidad de los Andes reveló que sí hay una diferencia enorme.
Personas con las mismas capacidades que no fueron cobijadas por Colfuturo no tuvieron los mismo beneficios, a largo plazo, de las que sí. Esto se evidencia con sus ingresos, que están por encima del 47%.
¿Los beneficiarios de Colfuturo, sí se quedan en el país?
La tasa de retorno al país es altísima. Si se compara con la de países como China, India e Israel. Colombia y Colfuturo tienen una tasa que se acerca al 80%. Es decir de cada 10 profesionales 8 regresan y están vinculados con los países. Además, de estos que no se quedan en Colombia, la tercera parte se vincula con proyectos desde el exterior que benefician al país.
En época de restricciones por la covid-19, ¿cómo asumieron los retos que la pandemia planteó?
Los retos fueron absolutamente todos. Cuando inició la pandemia teníamos 2.500 estudiantes en todas partes del mundo. La primera ayudo que hubo fue brindarle una mano a esas personas que estaban atrapadas en una residencia universitaria y se quedaron sin recurso. Entonces los contactamos para ayudarlos.
Por otro lado, flexibilizamos el programa. Los que querían continuar su educación en modalidad virtual, los apoyamos. Así como a los que querían suspender su posgrado, también les permitimos que lo hicieran. Finalmente a las personas que aún no habían viajado les extendimos el tiempo para ser seleccionados para estudiar en el exterior.
Ahora bien, este año tuvimos el número record en solicitudes de Créditos Tipo Beca.
Artículo tomado de portafolio.co
JULIANA PEÑA
Comments