Ministra Alicia Arango asegura que los costos operaciones de las firmas que optan por esta modalidad han bajado 37%
Foto: Colprensa | tomada de larepublica.co
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Hace unas días, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, celebró que la Cámara de Diputados despachara -con una votación de 89 votos a favor, 47 en contra y dos abstenciones-, el proyecto del Ejecutivo que busca regular la modalidad de trabajo a distancia, popularmente conocido como teletrabajo.
La iniciativa, que ahora se encuentra lista para iniciar su segundo trámite en el Senado, tiene como punto de partida la experiencia de Colombia, país de la región que cuenta con una legislación sobre el tema desde hace 10 años.
Pero ¿cómo ha sido el cambio? La ministra del Trabajo de Colombia, Alicia Arango, destaca el impacto positivo del nuevo escenario en su país. “En general, los empresarios perciben un impactante aumento de la productividad del 39% en sus teletrabajadores, pues con el objeto de mantener esta modalidad y disfrutar de sus innumerables beneficios, tales como conciliación de vida familiar, disminución de gastos, aumento de calidad de vida, menos tiempo en los medios de transporte, las personas voluntariamente aumentan los niveles de producción”, relata desde Bogotá.
En línea con lo planteado por Arango, los resultados del Cuarto Estudio de Penetración del Teletrabajo en Empresas Colombianas, realizado por el Centro Nacional de Consultoría, Corporación Colombia Digital y el Ministerio TIC, a partir de 2012 y hasta el 2018, se ha multiplicado por cuatro el número de teletrabajadores y se ha multiplicado por tres el número de empresas que han implementado esta modalidad, siendo 12.912 firmas las que han optado por este modelo en 2018.
Acorde con el mismo análisis, las empresas que optan por el teletrabajo muestran una reducción en sus costos operacionales, que este año fue de 37%, mientras que la eficiencia de los procesos mejoró 27%.
Para Arango, una característica importante del teletrabajo en Colombia es la voluntariedad, es decir, que ninguna de las dos partes se puede obligar a implementar el teletrabajo en la organización. “Esto es reversible, lo que significa que los teletrabajadores conservan el derecho de solicitar en cualquier momento, volver a la actividad laboral convencional”, explica.
La autoridad colombiana, además, recalca que se encuentran disponibles para colaborar con el gobierno chileno en esta materia.
Artículo tomado de www.larepublica.co
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