Juliana Márquez
Directora de Proyectos
Centro Nacional de Consultoría
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En el marco de la emergencia sanitaria por causa de la pandemia del coronavirus COVID-19, el Gobierno Nacional ha tomado medidas para evitar la propagación del virus entre las cuales dispuso, el Aislamiento Preventivo Obligatorio en los lugares de residencia, con la expedición del Decreto 457 de 2020. Este decreto impidió que las instituciones educativas prestaran sus servicios desde el mes de marzo y hasta el mes de junio. En el marco de esta coyuntura, el Centro Nacional de Consultoría –CNC realizó una encuesta entre el 13 al 30 de junio de 2020. En la encuesta participaron 7.431 personas, de las cuales, 981 son estudiantes, padres, docentes o pertenecen a áreas administrativas o servicios generales en instituciones educativas de educación superior-IES.
Colombia es el segundo país de América Latina con mayor tasa de deserción en educación superior (Banco Mundial, 2017). Según SPADIES, la tasa de deserción intersemestral para el periodo 2019-1 se ubicó en 11.7%. Sin embargo, debido a la pandemia, y según la encuesta, el riesgo a desertar en la educación terciaria se incrementaría. La encuesta muestra que el 53% de los consultados ha considerado la NO asistencia a clases presenciales el próximo semestre, retirarse de la institución educativa a la que pertenece o cambiarse a otra. Este porcentaje es mucho más alto si se tienen en cuenta las respuestas dadas por los padres de familia o acudientes, donde se evidencia el riesgo de deserción en un 75% de los estudiantes de programas técnicos y tecnológicos, 62% y 60% en estudiantes de pregrado y postgrado respectivamente.
Al indagar respecto a las razones de la no continuidad en las clases presenciales el próximo semestre, se evidencia que la principal preocupación es el contagio de COVID-19 (55%), seguido de la preferencia a que no haya contacto con otros estudiantes o docentes (23%). También, se destaca que cerca del 10% de los encuestados manifiesta que percibe que existe un costo mayor al beneficio que recibe al asistir a clases presenciales y solo un 7% manifiesta entre las razones los problemas financieros.
Algunos directivos de las Instituciones de Educación Superior han tomado medidas con el fin de poder reducir la tasa de deserción; enfocando los programas en la reducción de precios de matrícula y líneas de crédito. Sin embargo, la encuesta muestra que los problemas financieros no serían la principal causa de deserción y que las Instituciones de Educación Superior –IES-deben generar confianza en la manera como implementarán los protocolos de bioseguridad para garantizar que las clases y el acceso a las zonas comunes no impliquen el contagio de COVID. Incluso, los directivos deben tener en cuenta que muchas IES iniciarán un proceso de clases mixtas donde un porcentaje de estudiantes tomará la clase de manera presencial, otros a través de sus equipos de cómputo y celulares en casa y otros en zonas comunes de la Institución Educativa a través de pantallas, se requiere entonces que las IES busquen mecanismos para garantizar que los estudiantes no abandonen los estudios.
Es importante que las IES garanticen que los docentes cuentan con las herramientas de trabajo necesarias, pues la encuesta muestra problemas de improvisación importantes. Extraña que 1 de cada 3 docentes manifieste que no cuenta con las herramientas de trabajo para dictar clases virtuales, se esperaría que las directivas hubiesen preguntado a sus docentes si tenían computador, tableta o celular para dictar las clases, y si la respuesta era negativa, brindar oportunidades para que ellos adquirieran uno, ya fuese a través de un préstamo de equipo de cómputo o un préstamo monetario para que compraran uno nuevo.
La falta de adaptación a las herramientas virtuales o apropiación digital (32% para los estudiantes y 30% para los docentes), problemas con los programas (zoom, teams, meet, etc) en lo que se dan las clases (24%) y organización o coordinación entre profesores, como la agenda académica (12%); son problemas de improvisación que los padres y estudiantes evidenciaron a lo largo del segundo bimestre del año y que las IES hubiesen podido solucionar con capacitaciones en los programas y en las herramientas utilizadas.
Aspectos como problemas de concentración por parte de los estudiantes (41%) y la dificultad para seguir las instrucciones en clase (19%), calidad técnica o preparación de la clase (17%), evidencian aspectos metodológicos que los docentes e IES deben afrontar, fortaleciendo dinámicas de concentración, capacitando a docentes en metodologías apropiadas a esta nueva coyuntura.
Dificultades con la conexión a internet son evidentes para el 55% de la población encuestada, sin embargo, es un factor en el que las IES poco o nada pueden actuar, además de entregar a los docentes un incentivo de virtualidad para mejorar los planes de internet con los que ellos cuentan.
Más de la mitad de los profesores y administrativos, y más del 90% de los estudiantes que contestaron la encuesta considera que el valor de la matrícula debe reducirse. Como se pudo observar, las razones por las cuales los encuestados demandan rebajas en las matrículas, más que ser razones financieras, tienen que ver con aspectos de calidad de las clases virtuales.
La percepción respecto a la baja calidad de las clases virtuales por parte de los estudiantes y padres de familia (64% de los encuestados considera que la calidad de la educación virtual es más baja que la presencial) y el potencial de estudiantes que quieren una educación mixta el próximo semestre (29%), es una oportunidad importante para que las IES, por un lado fortalezcan las capacidades de los docentes y estudiantes para garantizar una mejor calidad en la educación virtual; por otro lado prueben los protocolos de bioseguridad para generar confianza en los estudiantes y padres de familia, y que de esta manera, se incrementen los incentivos para volver a clases presenciales y finalmente mejoren la calidad de las clases virtuales (o mixtas) para que los estudiantes y padres de familia se sientan a gusto con la educación recibida y de esta manera la tasa de deserción no se incremente.
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