En la Encuesta de Inclusión Financiera el 47% de las personas dice tener los dos productos, pero el digital se utiliza más.
Los productos de depósito de bajo monto o las llamadas billeteras digitales están creciendo más que las cuentas de ahorro, pues son una alternativa para que las personas hagan pagos de una manera más fácil.
Esta es una de las conclusiones que se consignan en la Encuesta de Demanda de Inclusión Financiera 2022 de la Superintendencia Financiera y Banca de las Oportunidades y que fue aplicada por el Centro Nacional de Consultoría entre abril y mayo pasados.
Un hallazgo importante de la encuesta es que las personas valoran las alternativas digitales por la velocidad y facilidad que ofrecen, indica Freddy Castro, director de Banca de las Oportunidades.
Asimismo, el directivo dice que el mensaje al sistema financiero es que en momentos en que hay más educación digital es necesario pensar en generar una oferta de valor acorde a esas necesidades.
Además, comentó que aunque el efectivo sigue siendo el rey, “estamos conviviendo en un ambiente más digital”.
En la encuesta se reseña que al consultarle a las personas con qué medio de pago realizaron sus compras, el 60% dijo que fue con efectivo, pero Castro advierte que en el pasado reciente las respuestas eran superiores al 80%.
Otro de los retos que plantea el estudio, a juicio de Castro, es que hay que reforzar la cultura financiera en seguros pues la mayoría de personas no saben cuáles son las características de los riesgos.
Frente a las alternativas de depósitos y pagos, el 47,9% señaló que tenía cuenta de ahorros y, en una proporción igual, un monedero digital. El 37,0% hace uso de la tarjeta débito y el 9,2% de la cuenta corriente.
“Los datos obtenidos nos permiten ver cómo se aceleraron los procesos de digitalización, así como los cambios en el modelo de relacionamiento del sistema financiero con sus usuarios. Un escenario en el que los productos financieros digitales han venido siendo apropiados de una manera importante entre los consumidores financieros”, explicó Mariana Escobar, Jefe de Finanzas Sostenibles de la Superfinanciera.
Canales preferidos
De acuerdo con la información recopilada, los canales financieros más utilizados en el país son los cajeros automáticos (33,6%), seguidos por los corresponsales bancarios (33%) y los medios digitales (Internet o telefonía móvil [24,5%]). Solo el 9% de los encuestados reportó que las oficinas físicas son la opción que más frecuentan para hacer sus operaciones.
Se consultó a los encuestados sobre cuál fue la alternativa que más usaron en el último mes y las transacciones realizadas por transferencia a través del celular alcanzaron una preferencia del 41% por parte de los encuestados.
Al preguntar sobre el medio de pago preferido para gestionar los gastos diarios, el 62,2% de los encuestados señaló que lo hacían con dinero físico, un 18,1% con tarjetas débito y un 15,2% por transacciones electrónicas.
En la región Centro Oriente tienen mayor aceptación los canales virtuales (51,3%), mientras que los corresponsales bancarios son los preferidos por los consumidores del eje cafetero (41,5%).
Por otro lado, las transacciones por internet y por cajeros automáticos son más utilizados en las zonas urbanas, mientras que en las rurales la preferencia prevalece en las empresas de giros.
El 53,4% dijo tener el hábito de ahorrar. Dentro de este grupo, el 77,6% dijo hacerlo con el fin de contar con un respaldo económico para atender emergencias e imprevistos, es decir, como un mecanismo de aseguramiento.
Los tres principales medios más utilizados para ahorrar son las billeteras virtuales con el 10,4%, los bancos, cooperativas o fondos de empleados con el 11,4% y la tradicional alcancía u otro medio en su vivienda en un 22,4%.
El 27% de los entrevistados indicó tener un crédito vigente. En el Centro Oriente y Centro Sur se usan los mecanismos de financiación y la región Caribe presentó los niveles más bajos.
A nivel nacional se observó que, dentro de las fuentes formales de crédito, las principales son bancos (66,9%) y las cooperativas (14,3%). En cuanto a las fuentes de créditos informales más usadas están los familiares y amigos con un 7,6%.
El indicador de aprobación de los créditos solicitados ante entidades autorizadas se situó alrededor del 94% para todas las modalidades crediticias a nivel nacional.
Para el 68,3% de los que dijeron no tener un crédito formal ni haber hecho una solicitud durante el último año, las principales razones fueron: no querer tener deudas (66,9%), creer que es una opción costosa (32,6%), tener ingresos bajos (26,8%) y no contar con garantías (13,2%).
En el ramo de seguros voluntarios el exequial y el de vida fueron los más utilizados entre los encuestados con el 14,4% y el 12,9%, respectivamente.
Los hombres indicaron asegurarse en mayor medida que las mujeres, tanto en forma obligatoria (27,3% vs 10,0%) como voluntaria (34,0% vs 26,1%).
Artículo tomado de portafolio.co
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