El desempeño al primer trimestre fue bueno, hay más frecuencia en las compras. Las tarjetas crédito y débito son el medio de pago favorito.
El comercio digital está mostrando resistencia a pesar del ciclo económico actual en Colombia y en el mundo, caracterizado por una desaceleración en el gasto de las personas.
Entre enero y marzo, se registraron más de 87 millones de transacciones y las ventas alcanzaron $15 billones, lo que se tradujo en un aumento del 24,1% frente al mismo lapso de 2022, cuando la inflación todavía no llegaba a ese pico del 13% que disparó el costo de vida en el país. María Fernanda Quiñones, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana del Comercio Electrónico (CCCE), hizo notar, además, que el ticket promedio, o sea, el valor de la compra por usuario, se ubicó en $177.531 y cayó 0,9%.
“Esto es positivo porque mientras más bajo el ticket, significa que más bienes se están comprando y que son bienes de consumo habitual, porque eso no ocurría antes de la pandemia, cuando las categorías reinas eran de gasto alto como turismo, moda y tecnología, además eran muy episódicas”, detalló la ejecutiva.
Combatir la desconfianza
Si bien el comportamiento de las compras por Internet evidencian un crecimiento sostenido, su adopción sigue siendo baja si se compara a Colombia con países como Argentina y Brasil.
Una de las barreras que todavía dificulta la adopción es la desconfianza de la población hacia las compras no presenciales.
De acuerdo con una encuesta aplicada en alianza con el Centro Nacional de Consultoría (CNC), el 30% de los consultados no confía en el comercio digital; el 11% duda que los productos que les van a llegar sean iguales a los que ordenaron; y el 7% desconfía de los procesos logísticos.
Por ello, recientemente la CCCE lanzó el sello de confianza e-Trust, que será una certificación que acredite las buenas prácticas de las compañías involucradas en el encadenamiento del E-commerce.
“Es una iniciativa de autorregulación, la autorregulación consiste en que una industria estudia sus riesgos y define una serie de acciones prácticas para conjurar esos riesgos y ofrecer un nivel de confianza”, explicó Quiñones.
Entendiendo que el comercio digital no es un canal, sino una industria en cadena, el sello se comenzó a estructurar desde hace tres años para estandarizar los medios de pago, la logística y la respuesta hacia el consumidor (ver Radiografía).
Con ello, la CCCE espera darle un empujón adicional a este sector y la meta es que su participación en las ventas totales del comercio aumenten, pues apenas tienen una participación del 2%.
Sobre las perspectivas para el resto del año, la presidenta indicó que “el comercio electrónico seguirá creciendo (...), tener la inflación a la baja y la revaluación del peso que se ha venido presentando, pueden impactar positivamente. No creemos que habrá un decrecimiento, pero hay que mirar cuál es la contribución que el comercio electrónico le hará a la economía del país”.
Artículo tomado de elcolombiano.com
Por: Juan Camilo Quiceno Ramírez
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