La reactivación económica abre una puerta al sector petrolero, y también al minero, para mejorar su percepción en la opinión pública.
Hoy se darán a conocer los resultados de la encuesta ‘Barómetro Petrolero’, realizada por la firma Jaime Arteaga y Asociados y el Centro Nacional de Consultoría que mide la percepción de la industria de los hidrocarburos en Colombia. Esta es la tercera ocasión en que se lleva a cabo esta medición que cobija regiones productoras del crudo y zonas no productoras.
Una de las principales conclusiones del estudio, al que tuvo acceso este diario, es que tres de cada cuatro colombianos consideran que la actividad petrolera es positiva para el país y para sus respectivos municipios. Esa percepción ha mejorado trece puntos porcentuales desde la primera edición del ‘Barómetro’ en 2019. Al preguntar por la industria del gas la opinión favorable sube a 86 por ciento y frente a las empresas petroleras y de gas el 62 por ciento reporta una visión positiva. La medición refleja una ‘brecha’ generacional en esa imagen de la industria. La población joven, entre 18 y 34 años de edad, es consistentemente más crítica, más escéptica y menos receptiva en sus opiniones de la actividad petrolera y de sus impactos que otros bloques etarios. Se evidencia en la encuesta que el sector sufre de un problema de percepción dentro los jóvenes que requerirá de estrategias más audaces para abordar. Otro resultado llamativo del ‘Barómetro Petrolero’ está relacionado con los yacimientos no convencionales. A nivel nacional no se registra un aumento notable en la oposición de los municipios al desarrollo de actividades de fracking. De hecho, en dos años la disposición de los encuestados a este tipo polémico de explotación ha subido unos diez puntos porcentuales, ha crecido el porcentaje de indecisos y se mantienen los altos niveles de desconocimiento. La reactivación económica está abriendo sin duda unas ventanas de oportunidad a los sectores petrolero y de gas- y de manera mucho más limitada a la minería- para mejorar sus percepciones dentro de la opinión pública. Casi seis de cada diez encuestados está de acuerdo en aumentar las actividades petroleras para recuperar la economía y un 63 por ciento percibe avances importantes en términos de transición energética. Es una verdadera lástima que los estrategas de la Casa de Nariño no hayan encontrado un camino para traducir estas percepciones sectoriales positivas en un aporte a la imagen del presidente Iván Duque en su tramo final. A pesar de esta oportunidad, la medición identifica asimismo riesgos. Viene cayendo la importancia que los ciudadanos le dan en las regiones productoras y no productoras al aporte de la industria petrolera en empleos, progreso, dinámica del comercio e inversiones sociales. Es innegable que la desaceleración de las operaciones a causa del choque de la pandemia se ha sentido en las zonas de explotación e impacta las percepciones de los habitantes. En momentos en que el senador y candidato presidencial Gustavo Petro, líder en las encuestas, propone el fin de las actividades petroleras, cabe preguntarse cómo reaccionarían estas regiones a una decisión de esta naturaleza. El 60 por ciento en las zonas productoras y el 54 por ciento en las no productoras creen que a la economía le iría “peor” si las empresas de crudo y gas dejaran de operar. La percepción ciudadana ante la industria petrolera no es tan negativa como sus críticos, especialmente políticos, quieren transmitir. Sin embargo, las empresas de petróleo y gas necesitan urgentemente abordajes más frescos y renovados para sus actividades en las regiones, el mensaje sobre su aporte integral a la economía y con los jóvenes que habitan sus zonas de influencia.
Artículo tomado de portafolio.co
Por: FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER - Director de Portafolio
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